Diócesis cuenta con candidatos al Diaconado Permanente

El pasado domingo 16 de diciembre, nueve laicos de nuestra diócesis presentaron su candidatura a las Órdenes Sagradas ante el Pbro. Edgar Orozco Alfaro en su calidad de Vicario General, esto como parte del proceso que se realiza en nuestra diócesis sobre el Diaconado Permanente.

Daniel Rodríguez, Enrique Rojas, Francisco Porras, Geovanni Montoya, Jorge Luis Porras, Leonel Fernández, Pablo Granados, Roger Cortés y Salvador Zeledón provenientes de ocho parroquias de nuestra diócesis, iniciaron este proceso formativo y sistemático en Casa Santa María desde hace un año.

Estos hombres, unos solteros y en su gran mayoría casados, al presentar su candidatura experimentan en su propia vida y vocación «cómo Dios confirma e invita a su llamado, porque la candidatura es el momento donde la persona se decide servir al señor en la Iglesia», acotó el Pbro. Froilan Hernández al exponer las enseñanzas del Papa San Pablo VI en la homilía de aquella eucaristía.

«El interés de la diócesis por realizar una evangelización de acuerdo a las necesidades de nuestro país y de nuestra diócesis, a la realidad actual, hace que busque medios para hacer una evangelización concreta, viva y real; en miras a eso, el Plan Diocesano se había propuesto implementar el Diaconado Permanente en la diócesis y desde hace dos años con el decreto del obispo este proyecto da sus pasos», precisó el Pbro. Joaquín Calderón Promotor Vocacional y  encargado del proceso.

«Ellos serán agentes de evangelización especializados, que darán un servicio fuerte y grande al estar al servicio del obispo y de las necesidades más concretas de la diócesis. Vemos como dios sigue impulsado el caminar diocesano y es Él quien va despertando el interés en el corazón de ellos», puntualizó el Padre Calderón en entrevista a Radio Sinaí 103.9 FM.

Aclaramos a la opinión pública, que estos nueve laicos continuarán su proceso de discernimiento vocacional durante dos años más de formación académica, humana, espiritual y psicológica, tiempo en el cual deberán recibir tras los escrutinios prescritos los ministerios del lectorado y acolitado, para así llegar si es voluntad de Dios, a recibir la ordenación diaconal.

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