El Pbro. Johnny Leiva Gamboa Delegado Episcopal de Pastoral Juvenil y el Pbro. Marcelo Navarrete Encargado de la Juventud Salesiana, ambos de la Diócesis de San Isidro, visitaron junto a otros miembros de la Comisión Nacional de PJ la Central de Juventudes en Colombia del 23 de septiembre al 4 de octubre, con el objetivo de vivir la experiencia de formación para líderes juveniles.
Durante la jornada «vivieron los sacerdotes el Curso de Pastoral para Asesores de Pastoral Juvenil, donde la idea es que el asesor tenga los elementos fundamentales para la formación de los jóvenes y el acompañamiento de éstos, la formación de los jóvenes en liderazgo y madurez humana y cristiana, para ser testigos del amor de Jesús a otros jóvenes y que estos jóvenes pueden ser apóstoles de los jóvenes», relató Carlos Quiroga Promotor Apostólico y Servicios de Central de Juventudes.
Por su parte, Héctor Hugo Tabares asesor de dicho centro, narró a Radio Sinaí 103.9 FM que, «la Central de Juventudes, fundada por el Padre Luis María Fernández (conocido como Pafer), es un regalo para la juventud desde1953». Por eso, «esta experiencia de formación que hemos tenido con los sacerdotes que generosamente han recibido y respondido al llamado de la Pastoral Juvenil, es para nosotros un regalo…, es un equipo muy bien constituido…, nos parece un equipo muy compacto que está llamado a ser una comunidad que va a dar muchos frutos en Costa Rica en el trabajo juvenil», acotó Tabares.
«Hemos querido que sea una experiencia formativa integral, hemos tenido contenidos teóricos, teórico-prácticos y hemos podido desarrollar en once días toda una agenda muy intensa; se los devolvemos muy bien formados, pero muy cansados, porque ellos se empeñaron en obtener los mejores resultados de esta experiencia formativa», precisó Tabares sobre el trabajo realizado.
La joven Alejandra Santana, Misionera de la Juventud, precisó que «el mejor regalo que se le puede dar a un joven es un sacerdote comprometido con la juventud, porque ellos y su testimonio hacen que nosotros nos llenemos de alegría, miremos realmente la Iglesia joven, una Iglesia que es capaz de ir más allá, que no se queda en lo superficial sino que son el contacto con el joven, para que el joven se sienta amado y se sienta que es parte de la iglesia».
Así, al concluir esta experiencia formativa, el Padre Johnny Leiva señala que «ha encontrado una luz, una esperanza y un camino para poder ofrecer formación a los jóvenes de nuestra Diócesis, para que se pueda ir en la ayuda del joven, de su crecimiento en la fe y del acompañamiento de los jóvenes».
Finalmente, el Padre Marcelo Navarrete, comentó «me he encontrado en la Central de Juventudes con una experiencia que enriquece mucho también mi propia vivencia salesiana, y es recordar que uno ama la vida en el lugar donde es amado, y en la Central de Juventudes uno se siente muy querido, y creo que ese es un punto muy clave que nunca debemos olvidar con los jóvenes, y el menos yo me los llevo muy claro en mi mente y en mi corazón y es el hecho que todo aquel joven que se sienta amado tendrá la posibilidad de encontrarse con el amor de Dios».