Pbro. Moisés Marín Coto
Como todo joven de la La Cima labró el campo, fue catequista, formó el primer grupo juvenil en el año 1977, sirvió en el consejo pastoral, organizó el coro… y en su ministerio destacó por su incansable vida apostólica.
Como todo joven de la La Cima labró el campo, fue catequista, formó el primer grupo juvenil en el año 1977, sirvió en el consejo pastoral, organizó el coro… y en su ministerio destacó por su incansable vida apostólica.
En su tumba se leía: «aquí duerme, esperando resucitar entre sus ovejas que tanto amó, el Padre Sebastián Martí, sacerdote capuchino, quien murió como un pastor celoso y valiente. El Cantón de Coto Brus agradecido.
Piloto y radioaficionado, evangeliza la Zona Sur del país.
Intentar resumir su labor es casi imposible, sólo diremos que durante tantos años se entregó con esmero por atender pastoralmente a cada fiel que le necesitaba y sirvió heroicamente a la diócesis.
Construye una nueva casa cural (que es la actual), inicia los preparativos para la construcción de un nuevo templo y funda los grupos apostólicos.
Obtuvo las distinciones militares más altas de valor extraordinario en combate… tenía muy buen corazón para con los pobres y los animales. Era muy buena persona
Ha recorrido nuestras misiones y ha sembrado en ellas la semilla de su buen ejemplo, de su abnegación y de su caridad, ha ganado muchas almas para el cielo, es sin duda, misionero según el corazón de Dios.
Sirvió con amor en las extensas parroquias del sur de nuestro país.
Durmieron a campo raso, con hambre, solo con la única ilusión de llegar a las comunidades indígenas para alimentarlas con el pan del Evangelio.
Mientras servía en Talamanca, cruzó la cordillera para visitar nuestros territorios, concretamente: Térraba, Boruca y Buenos Aires.
De temperamento vivaracho, independiente, inquieto… el aire informal y libre del ambiente indígena siempre le encantó.
Con corazón de niño y valor fiero e inquebrantable, prendas que no siempre se hallan juntas, lo enaltecían sobre manera.