El padre Miguel Agustín Pro nació en 1891, en Zacatecas, México; se caracterizó por su gran sentido del humor y talento para hacer caricaturas. A sus 20 años ingresó al seminario y con el paso del tiempo, ante la situación cada vez más difícil que vivían los católicos, él y sus compañeros fueron enviados a estudiar a California. Posteriormente partieron a España y fue ordenado sacerdote en 1925 sin poder contar con su familia en la ceremonia.
Cuando retornó a México, encontró un país devastado en el que los cristianos resistían los abusos del gobierno y ciertamente eran perseguidos; es ahí donde encuentra el ambiente propicio para realizar un trabajo pastoral parecido al de la Iglesia primitiva, pues tenía que celebrar la Eucaristía, predicar la Palabra y enseñar la catequesis en el más completo anonimato que muchas veces le llevaron a poner en riesgo su propia vida; para lograr su objetivo hizo uso de sus cualidades para el teatro, muchas veces teniendo que hacerlo disfrazado para desviar la atención de sus perseguidores.
El presidente Calles y la policía buscaban acabar con estas organizaciones. Arrestaban a los líderes y practicantes católicos, los torturaban y mataban. Pero el Padre Pro se las ingeniaba para escabullirse. El joven sacerdote sobresalió por su fidelidad a Dios y a la Iglesia y constancia en el servicio a pesar de su débil salud; por eso el Presidente Calles lo mandó a arrestar con acusaciones falsas.
Tomado preso finalmente, el 23 de noviembre de 1927 le dijeron que expusiera su último deseo, el Padre Pro solicitó unos momentos para rezar, se arrodilló e incorporándose de nuevo ante el batallón que acabaría con su vida terrena, pidiendo que no le taparan los ojos extendió sus brazos en cruz y dijo “Viva Cristo Rey”.
Fue beatificado por San Juan Pablo II en 1988 en Roma y en la actualidad el Vaticano estudia un posible milagro en su proceso de canonización.
La Parroquia de Pejibaye de la Diócesis de San Isidro, cuenta con una reliquia de primer grado, la cual fue gestionada por el Pbro. Elí Quirós López párroco de la localidad ante el postulador de la Causa en México; desde julio del año 2014 que esta reliquia “ex ossibus” se expone para la pública veneración, se ha convertido en un lugar de peregrinación en donde los fieles piden gracias a Dios por medio de la intercesión del joven mártir. Así el pasado 23 de noviembre día de la festividad del beato y por segundo año consecutivo en Costa Rica se ha celebrado junto a Pro la gran proclamación de VIVA CRISTO REY.