«Imposible el desarrollo sin Dios» señala Mons. Montero

En este segundo día de Visita Pastoral se realizó un recorrido por las comunidades del Sector de Chánguena, posteriormente se visitó el Liceo Rural de la localidad, ahí Mons. Montero compartió con los estudiantes un sentido mensaje sobre la necesidad de la formación integral del ser humano, recordó que “el ser humano o se desarrolla integralmente o estará incompleto, y tarde o temprano estará frustrado como tal”. Invitó a los estudiantes a cuidar su salud con una buena alimentación y con el debido ejercicio, aprovechó también para recordar que es necesario evitar la actitud egoísta que muchas veces nos caracteriza, fruto de un mundo tecnológico que nos aísla hasta el punto de que “estamos formando gente incapaz de ser social”.

A nivel intelectual, señaló que se ocupa mística en el estudio, porque hoy la pereza quiere vencernos y terminamos con una formación baja que traería como consecuencias “el ser ignorantes con un título”, no podemos desperdiciar el tiempo de formación “vegetando en un colegio”, señaló; al contrario, se requiere estudiar más y pensar más. A nivel espiritual, dijo que falta compromiso y convicción, razón por la cual no podemos caer en la dualidad, “estamos olvidando a Dios, nos estamos abandonando espiritualmente, estamos empezando a vivir como a nosotros nos da la gana y no como quiere Dios” y este vacío nos está llevando a llenarlo con vicios, puntualizó.

En cuanto a la droga señaló que esta destruye al ser humano y con vehemencia dijo que no se puede caer en el mundo de la droga, porque cuando “se cultiva y se consume, cuando se vende, quiere decir que algunos están haciendo grandes negocios con la venta de la droga, es decir están envenenando la población, están viviendo de la sangre del otro y arruinando las vidas humanas y las familias, todo porque nos vamos olvidando de Dios”.

El mensaje a los jóvenes concluyó con una invitación “a todos a hacer algo por Costa Rica, sean jóvenes estudiosos, aprovechen sus bonitas instalaciones, sus ventajas y oportunidades, traten de ser ciudadanos honorables y honrados, sean gente de bien preservando a Costa Rica de los venenos en que se está muriendo y vivan como Dios lo quiere”, porque “será imposible desarrollarnos sin Dios”.

En horas de la tarde Mons. Montero sostuvo un encuentro con las organizaciones comunales del sector, entre ellas las Asociaciones de Desarrollo de Chánguena y la Bonga, la Asociación de Productores de la zona, el Grupo de Adulto Mayor, algunos comités organizados y el representante del gobierno local, todos ellos expusieron la realidad del sector y coinciden en la descripción de la problemática que vive el sector agrícola, señalaron la importancia del apoyo que brinda la Iglesia, indicaron los problemas de seguridad que viven por la escasa presencia policial ante la carencia de una delegación, se refirieron al problema que implica el trasiego de drogas por las montañas, y la desmotivación ante el hecho de falta de recursos para que los jóvenes continúen sus estudios universitarios.

Explicaron con detalle, la situación que se vive ante la imposibilidad de competir con los precios mundiales y el aniquilante hecho que significa para ellos que el gobierno no adquiera más sus productos; “el problema de los últimos 30 años es que no se ha favorecido al productor nacional, y sin mercado se compite con la industria sin condiciones ni tecnología, hasta el punto que nuestro producto se queda botado”, señalaron; ante este panorama, una salida que miran, es unirse para dar valor agregado al producto, como en el caso del frijol, sin embargo la situación sigue siendo crítica.

En este encuentro, monseñor hizo un llamado a la unidad, instó a no esperar respuesta solamente del gobierno nacional sino a realizar los esfuerzos necesarios y suficientes a nivel local, al tiempo que manifestó el apoyo total de la Iglesia por las causas de las justicias y la promoción humana.

Para finalizar la intensa jornada de este día, se tuvo el encuentro con los agentes de evangelización del sector, integrado por las comunidades de Las Cruces, Pilón, Quebrada Bonita, La Bonga, Cacique, Santa Lucía y Chánguena, quienes expusieron su plan de evangelización con las fortalezas, debilidades y desafíos, quedando como tarea pendiente las líneas de acción a realizar; se valora el trabajo realizado hasta hoy, pero se constata la poca participación en las liturgias y la oración; ante esto, monseñor exhorta a que se haga un plan conjunto, buscando líneas realizables, insistiendo en el campo de la oración, donde “urge crecer en la adoración eucarística”.

Durante la Eucaristía, recordó “que el seguimiento a nuestro Señor Jesucristo no busca la comodidad o el beneficio propio, sino el entregarse y darse en la medida de Jesucristo por los demás”; razón por la cual en la acción evangelizadora “urge ser discípulos y testigos, promotores de la fe, pero tenemos que estar convencidos para poder así llevar el seguimiento que Jesús nos pide”, recordó el Pbro. Fray Marlon Villalta, párroco de la localidad, sobre su mensaje.

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