Monseñor Delfín Quesada Castro fue el primer Obispo de la Diócesis de San Isidro de El General, nació en San Pedro de Poás el 10 de marzo de 1908, y fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1931. El Papa Pio XII, lo nombra obispo el 22 de octubre de 1954 tras la reciente creación de la Diócesis de San Isidro de El General, por tal motivo, recibe la consagración episcopal el 18 de enero de 1955 en Alajuela, antes de trasladarse al Sur.
Su pastoreo se caracterizó por procurar la incipiente organización diocesana con un acentuado espíritu misionero, pues ni el escaso número de presbíteros minó su labor evangelizadora, calando en el corazón de los fieles por su cercanía y humildad. Entre los datos que destaca la historia, está su participación en la segunda sesión del Concilio Vaticano II, momento preponderantemente importante en la Historia de la Iglesia; así mismo, durante su episcopado, se dio la fundación de Radio Sinaí en 1957, medio con el cual veló por la formación y catequesis de los pobladores. Muere durante el ejercicio de sus funciones, el 17 de octubre de 1974; está sepultado en la cripta de la Catedral de San Isidro de El General.
En el centro de su escudo episcopal, sobre una figura semejante al trébol de color verde, hay una palmera en representación de la Isla del Coco, por primera vez incorporada a una jurisdicción diocesana, territorio que había visitado para celebrar la Eucaristía, siendo cura párroco de Puntarenas; la figura semejante al trébol representa las montañas, haciendo referencia a la gran afición que sentía por estos territorios, y que le recordaban su tierra natal y la gran parte del territorio diocesano que le correspondió pastorear; dos estrellas adornan el escudo, una representa la Navidad, pues en esa fecha de 1925, decidió hacerse sacerdote, y la otra estrella representa a la Virgen María, a quien sintió especial unión de amor filial en la Iglesia de Heredia que está bajo el patrocinio de la Inmaculada, lugar donde decidió consagrar su vida al Señor, elementos que se unen al hecho de que fuera electo obispo en un año mariano. Finalmente, en la parte inferior se lee, en latín, el lema episcopal: Ipse dabit virtutem, que se traduce por: Él dará la fuerza, en clara referencia a la confianza depositada en Dios para el ejercicio de su ministerio.
Mons. Ignacio Trejos Picado nació en Guadalupe de Cartago el 31 de julio de 1928, ingresó al Seminario Central el 8 de marzo de 1946 y, seis años después, un 8 de marzo de 1952 es ordenado sacerdote en Roma, mientras estudiaba Teología. Es electo Obispo Auxiliar para la Arquidiócesis de San José el 13 de enero de 1968, y recibe la ordenación episcopal el 8 de marzo de 1968 en la Basílica de Los Ángeles, Cartago.
Tras diversos servicios pastorales ejercidos como sacerdote en la Arquidiócesis de San José, ser Rector del Seminario Central en San José y Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de San José; es nombrado II Obispo Diocesano de San Isidro de El General el 22 de diciembre de 1974, tras la muerte de Mons. Delfín Quesada Castro.
Su episcopado se caracterizó por la consolidación de la vida diocesana en sus varios aspectos, para ello contó con un mayor número de sacerdotes y consolidó fuertemente la promoción y formación de los agentes laicos de evangelización. Erigió varias parroquias y creó tres centros para la formación: Casa Sinaí en San Isidro, Centro Pastoral en Pejibaye y Monte de la Cruz en Pacuarito. Además, creó la Casa Santa María en Barrio Lourdes de Daniel Flores, centro vocacional para apoyo de los jóvenes con inquietudes vocacionales y provenientes de lugares alejados.
Cumpliendo con su misión pastoral el 31 de julio del 2003, luego de presentar la carta de renuncia como lo estipula el Derecho Canónico por motivos de edad, una vez aceptada por la Sede Apostólica, pasa a ser Administrador Apostólico de la Diócesis hasta el 1 de octubre del mismo año, en la celebración durante la cual ordena como Obispo al Pbro. Guillermo Loría Garita, tercer obispo de nuestra Diócesis.
Su escudo episcopal es el emblema heráldico de la familia Trejos de España, que fue adaptado con los elementos episcopales y se le agregó el lema: Servir es reinar.
Mons. Guillermo Loría Garita, nació en Tierra Blanca de Cartago el 19 de noviembre de 1937, realizó sus estudios Eclesiásticos en el Seminario Central de San José y fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1963. De 1964 a 1967 continuó estudios eclesiásticos en el Instituto de Sociología Pastoral adscrito a la Universidad Gregoriana en Roma.
Recibió la ordenación episcopal en el Estadio Municipal de Pérez Zeledón el 1 de octubre de 2003, como III Obispo de la Diócesis de San Isidro de El General, por imposición de manos de su predecesor Mons. Ignacio Trejos Picado. Su episcopado se caracterizó por serios esfuerzos para organizar la Curia Diocesana, el ordenamiento pastoral, la administración de los bienes y la realización de visitas pastorales. Impulsó arduamente la formación del laicado y la promoción de las vocaciones, especialmente al sacerdocio. Mostró una gran preocupación por la creación y consolidación de los Consejos Parroquiales de Pastoral, promulgando un decreto para tal efecto.
Cumpliendo con su misión pastoral el 24 de diciembre de 2013, luego de presentar la carta de renuncia como lo estipula el Derecho Canónico por razones de edad, una vez aceptada por la Sede Apostólica, pasa a ser Administrador Apostólico de la Diócesis hasta el 1 de marzo de 2014, fecha en la cual ordena como obispo al Pbro. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, cuarto obispo de nuestra Diócesis.
Su escudo episcopal contempla tres cuarteles, en la parte superior izquierda se observa una cruz con unas manos que sostienen la patena, y que simboliza la participación con el Sacerdocio de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, que se sacrifica y se ofrece por nosotros; al lado derecho se ubica un triángulo y una paloma que hacen referencia a la Santísima Trinidad en quien creemos; y en la parte inferior el monograma mariano hace referencia a la devoción que los sacerdotes tienen a María, Estrella de la Evangelización y que nos recuerda la dimensión del servicio. Finalmente, se lee en un cinto el lema episcopal: Pacto eterno para servir al Señor.
Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña OFM Conv.:
Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña OFM Conv., nació en Moravia el 6 de noviembre de 1945, estudió filosofía en el Seminario Central Mayor de San José y la teología en el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos de México. Obtuvo el título en la Sagrada Escritura en México y el título de Máster en Estudios Franciscanos en Nueva York (USA). Hizo su profesión religiosa como Franciscano Conventual el 02 de febrero 1965 y la profesión solemne el 24 de febrero de 1972. Fue ordenado sacerdote el 16 de agosto de 1973.
Ejerció sus servicios eclesiásticos como vicario parroquial en la parroquia de Golfito, fue Maestro de novicios y postulantes en Alajuela, Custodio Provincial en Costa Rica y Director de Educación, Director del Colegio St. Francis en Costa Rica, Maestro de novicios en Honduras, Responsable de la formación de los postulantes en África, Asistente General de la Orden para África, Asia y Australia en Roma, Rector del Colegio Internacional de los Franciscanos Conventuales en Roma, Custodio Provincial en Filipinas y Rector de la casa de formación de teólogos africanos en Nairobi, Kenia.
El Papa Francisco lo nombra IV Obispo de San Isidro el 24 de diciembre del 2013, recibiendo la ordenación episcopal el 1 de marzo del 2014 en la Catedral de San Isidro de El General por manos de Mons. Guillermo Loría Garita. En su episcopado impulsó la conformación de la Curia Diocesana, se preocupó por la formación de los sacerdotes, impulsó la creación y dinamización de los Consejos de Evangelización Parroquiales para la implementación del Plan Diocesano de Evangelización, formó y ordenó a los diáconos permanentes, creó e impulsó los CEDIOFA para la atención de las familias.
Cumpliendo su misión el 13 de noviembre del 2021, luego de presentar su renuncia canónica, pasa a ser Administrador Apostólico de la Diócesis hasta el 25 de enero del 2022, en que es ordenado como quinto obispo diocesano el Pbro. Juan Miguel Castro Rojas.
Su escudo episcopal no posee el capelo episcopal y el enmarque propio de la heráldica eclesiástica, está compuesto por cuatro cuarteles, en los superiores se ubican los monogramas de Cristo y de María, en los cuarteles inferiores se encuentran el escudo franciscano con la tau y el entrelazado de los brazos de San Francisco con Cristo, al lado izquierdo le acompaña una referencia a la imagen del Santo ubicada en la Piedra del Santo en Pérez Zeledón que señala a la ciudad de San Isidro de El General. En el cinto se lee el lema episcopal: Sirvamos al Señor con santidad y justicia.