Nuevo proyecto de formación sacerdotal

El clero de San Isidro tuvo la oportunidad de compartir con tres formadores del Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, quienes expusieron las nuevas normas básicas para la formación sacerdotal.

El Pbro. Alexis Rodríguez introdujo con un video este momento, y señaló que “durante mucho tiempo vivimos en una época de cristiandad donde todos compartíamos una misma realidad, la formación respondía a esta visión; pero hoy en día esta cultura ha desaparecido y las personas que llegan a formarse son completamente distintas y por eso debemos salir de los esquemas mentales para hacer una propuesta de evangelización diferente desde la perspectiva del discipulado”.

Seguidamente el Pbro. Luis Arturo Chávez, Rector del Seminario, hizo una presentación en donde señaló “la idea de no ir improvisando sino dar pasos seguros en lo que podamos avanzar”; señaló que se busca un itinerario formativo que como red vaya propiciando un proceso que propicie crecimiento personal”, y en donde se puedan comprender las normas.

Al implementar la Ratio “se requiere de un cambio de mentalidad que responda a las necesidades que el Pueblo de Dios tiene hablando de comprensión de los carismas y vida comunitaria”, indicó el rector; esto se ha trabajado con Pastores Dabo Vobis y el Documento de Aparecida, el cual marca la pauta de exigencia de un proceso formativo desde el discipulado. Siendo la Ratio una nueva forma de vivir el Seminario.

“El texto aprobado contiene un proceso interno para la formación sacerdotal, que pasa de una visión académica a una visión más integral”, precisó el sacerdote Chávez. El proceso interno del documento, pide a las diócesis presencia a diversos niveles; en el campo de pastoral vocacional se le pide más relación directa con el Seminario y no improvisar en esta etapa; también un enlace con el Promotor Vocacional y el posible nombramiento de un director espiritual externo; por último se pide un proceso bien pensado de formación permanente para que el nuevo sacerdote no se sienta abandonado.

La mentalidad del cambio que se requiere, lleva a que cada etapa con sus nuevos nombres pueda tener un énfasis más integral, así se llaman: Inicio el camino de discipulado, Formación de discípulos misioneros de Cristo y Formación de pastores al estilo de Jesús; todo esto con el reto de no hacer quemar etapas a los seminaristas.

Los formadores, indicó el rector, “se consideran un solo equipo, con la coordinación de cada etapa pero que propicia la interacción de las mismas, donde cada etapa tiene su consejo de formación propia”.

El Pbro. Carlo Coto expuso pistas sobre el itinerario de formación que “busca cumplir con el objetivo de crear verdaderos pastores desde la caridad de Cristo, de ahí el reto de cómo acompañar al candidato en el discernimiento de su vocación”. En la dimensión humana se quiere consolidar una personalidad definida, madura e integrada como cimiento para el encuentro con Cristo; en la dimensión espiritual se trabajará el encuentro personal con Jesucristo; la dimensión intelectual con el objetivo de desarrollar gradualmente la configuración sapiencial propia del pastor; y la dimensión pastoral con el objetivo de formar pastores al estilo de Jesús.

El Pbro. Alexis Rodríguez recordó que “todo este esfuerzo implica un acercamiento más personal con los seminaristas para ver cómo va caminando y asimilándose el proceso de configuración personal y comunitario”, con el énfasis en lo humano y espiritual, y no en lo académico simplemente como en el pasado.

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