Ordenaciones en San Isidro

La mañana de este 8 de diciembre, la Diócesis de San Isidro con inmensa alegría vivió la ordenación de dos nuevos servidores del Señor; al ser las 10:00 am inició la Eucaristía, en la que el Diác. Carlos Valverde Elizondo fue ordenado presbítero y en donde el acólito Jorge Alex Ortiz Bonilla fue ordenado diácono.

El neopresbítero Carlos Valverde nació el 20 de setiembre de 1982 en Copey de Dota, es hijo de Edwin Valverde Monge y María Elena Elizondo Segura, fue bautizado en Copey de Dota el 10 de octubre de 1982 y realizó sus estudios primarios en la escuela Pedro Pérez Zeledón, en Copey, de 1989 a 1994 y estudio la secundaria en el Colegio José Daniel Flores Zavaleta en Santa María de Dota de 1995 a 1999. Sus estudios eclesiásticos los realizó en el Seminario Nacional Nuestra Señora de los Ángeles, entre los años 2002 al 2017 (con dos interrupciones), donde cursó las carreras de Filosofía y Humanidades y obtuvo el bachillerato en Teología. El Padre Carlos Valverde está incardinado a la Diócesis de San Isidro desde el 30 de junio de 2018 cuando fue ordenado diácono por la imposición de manos de Mons. Gabriel Enrique Montero Umaña.

Por us parte, el nuevo diácono de nuestra Diócesis de San Isidro Jorge Alex Ortiz Bonilla, nació el 18 de octubre de 1981 en San José, es hijo de Juan María Ortiz Ureña y Carmelina Bonilla Rojas, fue bautizado en Llano Bonito de la Parroquia San Pablo de León Cortés. Realizó sus estudios primarios en la Escuela San Rafael Abajo de León Cortés de 1989 a 1994, la secundaria la cursó en el Liceo Alfredo González Flores de 1997 al 2001, realizó estudios en la Universidad Central Costarricense del 2002 al 2005 donde obtuvo el grado de Profesorado en Educación I y II Ciclos, y finalmente ingresó al Seminario Nacional en el año 2008 donde realizó sus estudios eclesiásticos.

Durante la homilía de la Ordenación, aprovechando las enseñanzas entorno a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, Mons. Montero dijo: «el sacerdote, pecador como es, ésta también llamado a acercarse a la realidad de ser humano caído y ayudarle a salir de su pecado. No lo hace con ira ni violencia, sino con la delicadeza de un padre y hermano que actúa en nombre del Señor. Se trata de ayudarlo a levantarse de su caída y no de hundirlo más en el abismo del mal. Se trata de ofrecerle el gran anuncio de la salvación y la esperanza segura de redención en Jesús y María, que han derrotado a la serpiente».

Y dirigiéndose a los elegidos para las órdenes, con actitud de padre y pastor, el obispo diocesano aconsejó: «no caigan en el error de estar siempre fijándose en los errores de los otros sacerdotes y criticándolos, pues quién eso hace, casi de seguro que tarde o temprano estará imitándolos. Fíjense en todo el buen ejemplo que encontrarán tanto en nuestra Diócesis como fuera de ella. Padres del pasado y del presente son dignos de toda admiración y es con su ejemplo que debemos fortalecernos», precisó.

Así, agradecemos a Dios por estos nuevos servidores de su grey, quienes han sido nombrados para pastorear las comunidades parroquiales de Buenos Aires donde será vicario el Pbro. Carlos Valverde, y de Pejibaye donde ejercerá su diaconado Jorge Alex Ortiz.

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