Durante la mañana del segundo día de Visita Pastoral, se compartió el desayuno con una familia humilde de adultos mayores, donde se tuvo un encuentro informal pero valioso al compartir historias y el quehacer cotidiano de habitantes de aquella zona, gente llena de anécdotas y sabiduría popular; posteriormente el párroco de la localidad llevó al obispo a conocer un poco la realidad geográfica y turística, haciendo una pequeña visita a una de sus playas.
En horas de la tarde, el obispo visitó la comunidad de Rancho Quemado, localidad que está a unos 40 km del centro parroquial, la jornada de este día estuvo marcada por las condiciones adversas de los caminos, en esta ocasión un puente de rieles es parte del “atractivo heroico” de quienes por ahí transitan, en esta comunidad celebró la Eucaristía no sin antes compartir algunos juegos con los niños; esta filial trabaja actualmente por obtener los recursos necesarios para poder mejorar su templo, el cual por el paso de los años ya está en deterioradas condiciones. Al finalizar la celebración se compartieron los alimentos.
Finalmente, se terminó la jornada con una celebración a las 4:00 pm en Agujas de Bahía de Drake, comunidad situada a unos 55 km del centro, para llegar hasta esta localidad se tardan unas dos horas y se cruza el río en dos ocasiones y una quebrada en el doble de veces (todas sin puente), en muchas oportunidades el caudal de la corriente y las cabezas de agua imposibilitan el tránsito, obligando a los sacerdotes a permanecer en esa comunidad hasta el otro día; comenta el Padre Luis de la Cuadra que en varias ocasiones ha hecho la travesía con el nivel del agua a media altura del vehículo y en reiteradas veces ha tenido que pernotar en la Bahía, “en esta ocasión topamos con suerte y a pesar de las lluvias pudimos regresar”, señaló; al ser un camino de lastre y de zona montañosa –contiguo al Corcovado– en algunas épocas del año se tardan hasta tres horas para su arribo, esto por las condiciones del camino, siendo la última filial de ese sector; la capilla se encuentra ubicada junto a las aguas del Pacífico, ofreciendo al presidente de la asamblea una espectacular vista al mar.
Así, entre la brisa característica del mar y el sonido de sus olas, el obispo en su predicación recordó a los presentes “que hoy hay muchas voces, la voz de los medios de comunicación social, la voz de la propaganda, la voz de la moda, la voz de la sociedad en general, la voz del mundo… y nosotros estamos escuchando más la voz de la moda y no necesariamente la voz de Dios”, terminó exhortando a los presentes a entrar en diálogo con Dios, exponiéndole nuestras necesidades y con oído atento respondiendo según su voluntad. Al respecto, señaló problemáticas críticas de nuestro país como lo son: el relativismo en los valores, los records en el consumo del alcohol y madres adolescentes, la drogadicción y los caminos relativos que quieren desvalorizar al matrimonio, entre otros. Ante todo esto “no podemos jugar con las cosas de Dios” finalizó.
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