Seminaristas llevan varias experiencias pastorales

El pasado miércoles 4 de octubre, cuando iniciaban las lluvias a causa de la depresión tropical Nate, los seminaristas tuvieron un día cargado de experiencias que inició con la visita a las Escuela de Los Ángeles y La Aurora, donde compartieron con ellos temas entorno a los valores; por la tarde, en medio de las constantes lluvias, visitaron todo el comercio ubicado en la pista cuyos territorios pertenecen a la Parroquia de Lourdes, dicha experiencia fue catalogado “como retante, pues aunque fueron atendidos siempre de manera respetuosa, era un ambiente más indiferente…, en varias ocasiones me sentí como Pablo, cuando le decían háblanos después, pero en medio de todo fue una experiencia enriquecedora porque es llevar un mensaje de que la Iglesia está para servir, y aunque fuera un poco tiempo ahí estaba la Iglesia, saliendo a la calle…”, recordaron los seminaristas durante la evaluación al finalizar la jornada.

Por la noche, se compartió en la Parroquia de Palmares con los Franciscanos de Cristo Obrero, quienes no sólo celebraban a su santo patrono sino que vivían con gran alegría la profesión temporal del Hno. Antonio Barboza y la profesión perpetua del Hno. William Rivera; de aquella celebración, los seminaristas rescataron ese sentido de fraternidad y sobre todo “el valorar la vivencia de estar en una profesión perpetua, conocer su rito y comprenderlo, donde llamó la atención el hecho que se entonen las letanías de los santos, y sin duda alguna, comprendí que para ellos ese momento es muy valioso”, precisó Jorge Alex Ortiz.

Y es que esa tarde, los seminaristas vivieron un momento de fraternidad muy importante cuando visitaron al Padre Chemita, ese extraordinario fraile que rescató la Orden de los Franciscanos de Cristo Obrero; acompañados del Padre Elí Quirós, los seminarista le visitaron en el Convento de San Damián, donde con un paso lento y en muchas ocasiones con la mirada casi fija y voz débil, dictó cátedra de vida en medio de la sencillez y su fiel estilo de creer en la providencia divina. “Enriquecedor la visita a Chemita, muy impactante y hasta cierto punto doloroso verle así, alguien que ha dado la vida ahora pasa desapercibido hasta cierto punto…; yo sentí como una jalada de orejas, pensar cómo le costó formarse y entonces nosotros que lo tenemos todo tenemos que poner nuestro empeño…”, fueron parte de los comentarios de los seminaristas en aquella noche de reflexión.

Esa afortunada visita a la casa San Damián para encontrarse con el Padre Chemita, permitió un sentido mensaje de este fraile a los seminaristas, “abran el corazón a Dios, tengan siempre buenos deseos de servir y una gran confianza en Dios porque la obra es suya, sean servidores de Dios y del pueblo…, tentaciones no van a faltar porque el diablo es astuto pero con la gracia de Dios se puede responder”, precisó el Padre Chemita, al tiempo que pidió que se acercaran para darles la bendición. Tal acto marcó la vida de los seminaristas, quienes recordaron cómo el padre confía plenamente en el Señor, al decir que “aquí casi postrado, espero que el Señor me recompense los esfuerzos con la vida eterna”.

El día jueves, los seminaristas por la mañana compartieron en el Hogar de Ancianos Mons. Delfín Quesada, donde celebraron la Liturgia de la Palabra que fue presidida por el acólito Carlos Valverde, quien reflexionó en torno a la paz y a la misión de cada persona desde su realidad. Luego, estos jóvenes compartieron distintas actividades con los internos de este hogar, donde marcó particular matiz el bingo y el karaoke. “Esta actividad fue un nuevo aliciente en el camino vocacional, sobretodo en el comprender la vocación al servicio de los más necesitados, siguiendo la enseñanza del Papa Francisco”, recordó el seminarista Greivin oriundo de Río Claro. La jornada de este día, terminó con una tarde dedicada a la adoración a Jesús Sacramentado y con la celebración de la Hora Santa, donde se pidió por la unidad de los agentes de evangelización.

La misión concluyó así este viernes 6 de octubre, contando primero con la visita de Mons. Montero quien compartió un momento de oración y el desayuno, para luego prepararse al par de programas radiofónicos que tenían, el primero para compartir la historia vocacional y el segundo con el fin de presentar a María como discípula y misionera. Cabe destacar, que la agenda de este día sufrió algunos cambios como consecuencia de la emergencia que se vivió en la zona de Pérez Zeledón por los desastres causados por Nate.

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