Unidad: llamado en el Jubileo para Agentes en Vicaría San Juan Diego

(San Isidro de El General, 25 de junio del 2016) En la soleada mañana de este sábado, las parroquias de Boruca, Potrero Grande y Buenos Aires, quienes conforman la Vicaría San Juan Diego, se reunieron con todos sus agentes para vivir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia en Buenos Aires.

El encuentro inició con una catequesis a cargo del obispo, mientras los sacerdotes de la zona administraban el Sacramento de la Reconciliación. Durante esta ponencia, monseñor exhortó a los presentes a redoblar esfuerzos para llegar cada día a más personas, preocupa la deserción de los católicos. Los agentes peregrinaron tras el obispo diocesano quien encabezaba al grupo que se disponía a pasar por la Puerta Santa, en el templo dedicado a San Pedro Apóstol. Una vez que se vivió este momento, los agentes de evangelización se dispusieron para la celebración eucarística.

Durante la homilía, Mons. Montero aprovechó para recordar que estamos en la etapa posterior al conocimiento del Plan de Evangelización, debemos “una vez realizado el análisis de la realidad determinar los desafíos y plantear las líneas de acción” señaló. Hizo un llamado a descubrir la importancia de las Asambleas Parroquiales, para que este proyecto sea conocido y se ponga en práctica el Plan Parroquial.

El Plan de Evangelización es para construir el Reino de Dios, dijo que “nuestra misión debe fundamentarse en los pilares de la justicia, la paz, la verdad y el amor”, para construir el Reino de Dios desde la misericordia y “hacer así de nuestras parroquias una Iglesia de la misericordia como Dios es misericordioso”.

Con la primera lectura recordó que “Dios interviene en nuestra historia, razón por la cual es necesario que podamos experimentar también nosotros la mano de Dios para volver a Él”, ante una época en donde Costa Rica quiere alejarse de Dios. Los problemas que vive nuestra niñez y juventud, y ante las estadísticas que revelan que estamos perdiendo el respeto al matrimonio, debemos continuar con nuestra voz profética.

Nuestra acción y nuestro Plan “no es para unos pocos privilegiados, somos una Iglesia que anuncia, una Iglesia en salida que llega a todos, que construye fraternidad, donde seamos hermanos… y para eso es necesario superar las muchas divisiones entre nuestros agentes y construir la comunión”, finalizó.

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