Los agentes de evangelización de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, de Sabalito, vivieron a partir de las 8:00 am, del día sábado 23 de julio, el retiro espiritual de este año, el cual tuvo como tema a desarrollar La comunión y corresponsabilidad desde la Misericordia de Dios.
Las distintas motivaciones estuvieron a cargo del Pbro. Francisco Mora, vicario parroquial de Nuestra Señora de Lourdes de San Vito, quien para efectos de una mejor comprensión y reflexión del tema lo dividió de la siguiente forma. Una primera motivación se enfocó en el tema de la misericordia. Así, se dio a conocer que la misericordia de Dios es un don, ya que no es algo natural en el hombre, sino un don dado por Dios. Dios Padre lo dio al entregar a su único Hijo por amor a los hombres. Un don dado por Dios Hijo, porque él mismo se entrega por amor a la humanidad y es un don del Espíritu Santo, ya que éste rescata, libera, recupera y ayuda a todos para que cada ser humano pueda dar lo mejor de sí a sus hermanos. “La misericordia es aquella que permite al hombre y a la mujer compadecerse de sus semejantes, los hace capaz de sentir el dolor de quien sufre, pero también les permite tener misericordia no sólo con quien sufre sino también con quien lamentablemente causa el dolor a sus hermanos”, puntualizó.
Posteriormente, en una segunda motivación dedicada a la Comunión, se dejó claro que los seres humanos estamos llamados a vivir en comunidad, a hacer comunidad. No a vivir solos. Todos estamos a un mismo nivel y somos llamados a vivir los unos con los otros, por los otros y en los otros, según palabras del Papa Francisco. Un agente de evangelización está llamado a orar en un primer momento por sí mismo, sabiéndose necesitado de Dios. Pidiendo a él la gracia de la santificación, de modo que con sus actos pueda ser misericordioso con los demás y así dar una respuesta positiva al llamado de ese Padre Misericordioso. Por otra parte, debe ser una persona capaz de orar por sus compañeros en la misión evangelizadora, pidiendo a Dios les brinde la gracia de la santidad. Deberá tener presente que Jesús nunca desprestigió a nadie y por tanto el agente de evangelización nunca debe hablar mal de los demás agentes.
En una tercera motivación, se trabajó con el tema de la Corresponsabilidad. En este espacio se descubrió que la corresponsabilidad existe en el tanto y cuanto un cristiano tenga un don, algo que ha recibido y algo que puede ser puesto al servicio de los demás. Se recordó que los dones y carismas que cada uno ha recibido deberá ser puesto al servicio de los demás hermanos. El agente evangelizador para ser corresponsable debe saber administrar no sólo su vida sino su tiempo. De modo que pueda servir a Dios en su Iglesia, sin descuidar su familia y sin descuidar lo que es meramente personal.
En el desarrollo de estos ejercicios espirituales, hubo un tiempo dedicado a la Adoración Eucarística, momento en el que también se aprovechó para dar gracias a Dios por todas y cada una de las bendiciones que a diario brinda a sus hijos, pero también para pedirle de corazón la gracia de ser misericordiosos tal y como Dios Padre ha sido, es y será con nosotros sus hijos.
Para concluir este día de reflexión y crecimiento espiritual se celebró la Santa Eucaristía, con la presencia del Pbro. José Israel Gutiérrez, cura párroco y del Pbro. Francisco Mora, encargado de la prédica y motivaciones a lo largo de la actividad. Durante la homilía el Pbro, Francisco, recordó que el discípulo es aquel que hace experiencia de Dios y reconoce que necesita de Dios en su vida, aquel que al sentir el poder de Dios en su vida, lo sigue y reconoce que sólo en él está su razón de vivir. Sea nuestra motivación las últimas palabras del salmo, Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones. Que el Espíritu Santo nos ayude a tener esa experiencia y lograr caminar siempre al lado, con y en el Señor, concluyó.