Este domingo 10 de diciembre ha llegado a la Parroquia San Pablo Apóstol de León Cortés la Cruz Misionera con las Reliquias; de esta manera también la Diócesis de San Isidro vivirá junto a estos signos un recorrido especial como preparación al próximo Congreso Misionero que se realizará en Bolivia.
Este lunes 11 de diciembre, el Pbro. Jesús Zúñiga compartió en su tierra natal de San Pablo, una catequesis sobre el don misionero que debe vivir todo bautizado, al tiempo que presentó la vida de los beatos cuyas reliquias acompañan a la cruz peregrina. Recordando que en esta oportunidad se podrá venerar la reliquia de primer grado de la beata Nazaria Ignacia, de la cual peregrina un mechón de cabello; ella nació el 10 de enero de 1889 en Madrid España pero desde muy joven viene a los pueblos latinoamericanos, especialmente Bolivia, donde fundó una congregación que tiene como principal objetivo la evangelización de los pueblos a través del catecismo para niños y adultos.
También, se podrá venerar la reliquia del beato Óscar Arnulfo Romero, una casulla de este obispo centroamericano nos recuerda todo su testimonio de servicio que tuvo como arzobispo de San Salvador en tiempos de gran conflicto político, militar y económico, ambiente donde exhortó a vivir el evangelio y a seguir a Cristo pobre y humilde entre los más pobres y humildes. Su sencillez, su silencio y su humildad se transformó en valentía cuando fue asesinado su amigo el Padre Rutilio, esto le hará levantar con fuerza y autoridad la voz para pronunciarse en contra de un gobierno que estaba oprimiendo al pueblo, se manifestará en contra de estos actos discriminatorios que se hacían contra los pobres en El Salvador, y será esto lo que ocasionó el odio y el repudio de muchos entre los más adinerados y más pudientes políticamente de El Salvador, por lo que deciden a callar su voz y mandan asesinarle mientras se encontraba en el ofertorio en la misa…, por eso aún se recuerda aquella frase sobre que no tenía miedo a la muerte, ya que él sabía que si él era asesinado resucitaría entre su pueblo, entre su gente”, recordó el Padre Piedra.
También, entre los elementos a rescatar y conocer de la simbología de esta cruz peregrina, rescatamos que “en sus cuatro extremos, está rematada por unos círculos que recuerdan el testimonio de la redención universal de Cristo que se extiende a toda la humanidad, estos círculos están rematado por tres tulipanes, que en la numerología bíblica subraya la perfección y profundidad de la redención de Cristo, además estas flores recuerdan la exuberancia de la naturaleza qué constituye gran parte de la belleza propia de Latinoamérica, especialmente de Bolivia…; se subraya también el misterio de la cruz gloriosa de Cristo, de la cual brota la vida y la vida en abundancia; también tiene el monograma JHS, testimonio histórico de Jesús y de su identidad divina que nos acompaña en cada momento de la evangelización, abajo los tres clavos nos recuerdan la crueldad de la crucifixión de Jesús y su oblación en libertad…”, precisó el Padre Piedra delegado de Misiones para la Diócesis.
Para concluir esta actividad en tierras de León Cortés, el Pbro. Jesús Piedra durante la homilía exhortó “a recordar que la cruz signo de condenación, injusticia y muerte fue por Cristo evangelizada, es decir, transformada en buena noticia, signo de salvación, justicia y vida; por lo que el cristiano debe realizar este mismo proceso en una sociedad que condena, persigue y divide, transformándola en una sociedad que redime, integra y crea fraternidad”.