Según nos informó Ólger Flores delegado episcopal de Pastoral Social, este 6 de diciembre se vivió una verdadera fiesta del migrante en la comunidad de San Gabriel de Tarrazú, filial que pertenece a la Parroquia San Marcos Evangelista.
Durante esta temporada del año, esta comunidad santeña recibe a muchos hermanos nicaragüenses e indígenas panameños, quienes viajan para ayudar en la noble tarea de la recolección del café; “sabemos de los grandes retos y dificultades que deben enfrentar, pero ante todo sabemos del gran beneficio que aportan a la economía de la zona”, indicó un poblador.
Fue acá, “donde en el marco de la celebración de la Purísima, y con la intención de atender a los migrantes, se desarrolló esta actividad que contó con la Eucaristía, la novena, un almuerzo y hasta piñata”, afirmó el Sr. Flores.
Así, se dan los primeros pasos de un campo que ha de ser prioritario para la Iglesia que mira a los más necesitados y frágiles, y se constituye en una invitación, a que en los próximos años, muchas más actividades como esta se puedan desarrollar en otras parroquias de la diócesis.