La Iglesia Católica en comunión con la Comisión de Emergencia y otras instituciones locales han emprendido la hermosa tarea de albergar a 158 cubanos en Casa Sinaí, comprendiendo este hecho como un acto verdaderamente humanitario y responsable.
El población de cubanos llegó a dicho albergue el día 9 de diciembre en horas de la noche, completándose de forma definitiva al ser las 12:30 am del 10 de diciembre, cuando llegó un segundo grupo; en esta ocasión no hay presencia de niños, adultos mayores ni mujeres en estado de embarazo.
Las instituciones locales lideradas por la alcaldesa Licda. Vera Violeta Corrales viene trabajando desde hace ya varios días en comunión con la Pastoral Social de la Diócesis de San Isidro para preparar todos los elementos básicos que se requieran y poder ofrecer a esta población, lo más posible, una estadía placentera.
Se ha procedido con una boleta inicial para obtener la información básica de cada uno de los cubanos, lo cual servirá para poder iniciar el protocolo de atención a nivel de salud médica; el Ministerio de Salud ha ofrecido la total disponibilidad para mantener los estándares básicos que se requieren para el manejo de una población en estas condiciones. Así mismo, la Policía de Migración ha recordado la total libertad con que cuenta estos hermanos debido a su visa de tránsito emitida por 30 días.
En cuanto a la alimentación, se procede con el protocolo establecido por la Comisión de Emergencias y se han creado entre la misma población albergada comisiones al interno de servicio como lo son: cocina, aseo, seguridad y coordinación general.
El coordinador general y encargado del albergue, el Sr. Olger Flores delegado episcopal para lo social ha señalado la importancia del mutuo compromiso de ayudarnos todos y del compromiso de todas las instituciones para descubrir el verdadero sentido del Año de la Misericordia, palabras que han sido ratificadas por el Pbro. Edgar Orozco Vicario General de la Diócesis quien saludó en nombre del obispo.