Jesús Rafael nuevo diácono para la Iglesia

        La Diócesis de San Isidro vivió con mucha alegría la Ordenación Diaconal de nuestro hermano Jesús Rafael Zúñiga Umaña, oriundo de San Pablo de León Cortés, quien luego de un proceso de discernimiento a nivel personal y eclesial, concluidos sus estudios filosóficos y teológicos, y luego de unos meses de ejercitación pastoral en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Platanillo, la mañana de este 16 de julio, día de la Virgen del Carmen, consagró su vida para el servicio de sus hermanos a través del Orden Sagrado.

        La presencia de fieles no se hizo esperar y muy temprano abarrotaron la Iglesia Catedral, para elevar juntos la oración al cielo, pidiendo a los santos su protección para el elegido; fue así, como con alegres cantos y un desarrollo pausado de la celebración, se realizaron uno a uno los ritos propios de la ordenación.

        Durante la homilía, Mons. Montero recordó que “solamente puede acercarse a ser ordenado dentro de la Iglesia aquél que se sienta realmente llamado y que durante meses y años enteros ha discernido con la ayuda de su director espiritual, sus formadores, en fin y otras personas y de la misma Diócesis, ha discernido que efectivamente él se cree llamado y está convencido de ser llamado por Dios a este ministerio”.

        Esta elección divina, señalo el obispo nos hace entender el ministerio como don, por eso “es un regalo, no es nada que yo recibo por mérito personal, ni por estudios, ni títulos, ni inteligencia, ni linda cara, ni plata en el banco, ni nombre famoso, nada de eso, el sacerdocio es enteramente un regalo”, recalcó.

        Hizo énfasis al hecho de no pretender escalar y buscar puestos, porque en la Iglesia eso no existe, en la Iglesia estamos para servir; por eso, el diácono está para “acompañar en la fe a sus hermanos y hermanas, tendrá que sentarse como Felipe en el mismo carruaje y leer las escrituras con ellos y explicárselas”, puntualizó. Porque “el único privilegio que pide un cristiano es el de poder servir permaneciendo siervo, permaneciendo siervo, no que quiera servir para después llegar a ser señor, no. Sino que quiere servir y permanecer siervo toda la vida”, finalizó.

        Al finalizar la ordenación, a este respeto, el nuevo diácono dijo: “cuando yo estaba ahí tirado en el piso, eso es lo que significa esa palabra, aquél que está arrás del suelo, aquél que es humilde, diríamos en español, que se pone a nivel del humus, de la parte más fértil de la tierra”; y en este camino “Jesucristo dice yo estoy en medio de ustedes como el que sirve. Jesucristo es nuestro modelo, Jesucristo es nuestro guía y él nos ha enseñado un camino a seguir”, señaló.

         

         

         

         

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