Al llegar a los 59 años de nuestra querida radio, se me hace difícil poder resumir la historia; sin embargo, el mismo Padre Coto (qdDg) nos recordaba que “desde los albores de la creación del cantón de Pérez Zeledón, se sintió la inquietud por comunicarse a través de las ondas hertzianas no sólo con las comunidades de la zona sur del país, sino también con comunidades situadas fueran del entorno geográfico del Valle de El General”.
Al pensar en los inicios de la radiodifusión en la zona, tenemos que recordar al Sr. Róger Sobrado Hurtado quien inauguró “La Voz de El General”, primera emisora que abre sus puertas en marzo de 1955; pero, para mayo de ese año, el sacerdote Gonzalo Jiménez Araya constituye un comité en miras a obtener la emisora católica tan soñada que estuviera al servicio de la recién creada diócesis.
Pasaron dos años de grandes esfuerzos para que la esperada creatura abriera sus puertas, y con grandes ilusiones el 12 de mayo del lejano 1957 salió al aire a modo de prueba nuestra querida Radio Sinaí, pero sería un mes después, el 11 de junio de 1957 cuando Mons. Delfín Quesada Castro (I Obispo de la Diócesis de San Isidro) bendice e inaugura la emisora, fecha que se ha tomado como su fundación.
En aquel momento, como bien recordaba el Pbro. Coto, los estudios estaban donde está la Catedral y el tímido transmisor de Onda Media de 1000 vatios estaba donde hoy se encuentra la Casa Sinaí, en 1974 al adquirir un transmisor de 5000 vatios en AM fue trasladado al terreno ubicado en el Barrio Corazón de Jesús, ese mismo año 1974 se adquiere un transmisor de FM con 1000 vatios de potencia; posteriormente, al inicio de la década de los 80’ son trasladados los estudios al lugar donde hoy se encuentran.
Es el 28 de febrero de 1990, cuando Radio Sinaí entra en una nueva etapa al instalar un transmisor FM Stereo de 5000 vatios de potencia en el imponente Cerro de la Muerte, el cual amplia la señal de 103.9 FM a gran parte del país.
El camino de Radio Sinaí, nunca se ha detenido y de esto son fiel testigos los 59 años que hoy celebramos, al punto de ser hoy una emisora con cobertura nacional; la pequeña gran idea de aquel hombre llamado Gonzalo Jiménez, quizá olvidado por muchos pero no por mí, un hombre que por su visión hoy tenemos esta joya y que la misma historia se resiste a olvidar porque quedó inscrito para siempre en la identificación oficial del TIGJ (GJ “Gonzalo Jiménez), es que hoy nuestra radio con el aporte de grandes directores como el Padre Coto, el Padre William Segura y el Padre William Rodríguez, quienes en conjunto con tanta gente (locutores, productores, obispos y fieles oyentes) a lo largo de los años han hecho su valioso e imperecedero aporte para que hoy podemos decir orgullosos, que contamos con transmisores en San Carlos, Guanacaste, Golfito, y los dos chineados de avanzada tecnología en los imponentes macizos del Cerro de la Muerte y el Volcán Irazú, que hacen de nuestra Sinaí un diamante.
El Padre Coto, en un artículo que publicó un periódico nacional para el 30 Aniversario, señaló: “el objetivo principal de esta emisora es evangelizar, llegando al pueblo…, se trasmiten asuntos religiosos, culturales, deportivos y música…, es el micrófono del pueblo”; podemos decir que estas palabras se han cumplido íntegramente y que sigue siendo nuestro mayor deseo poder evangelizar y estar junto a quienes con tanto amor son fieles oyentes de nuestra radio; hoy 59 años después, quienes nos corresponde llevar el privilegio de servir en tan especial emisora, estamos convencidos de nuestro compromiso con Dios, con los radioescuchas y con la historia; razón por la cual, este servidor el Pbro. Elí Quirós, Jordan Loaiza, Dennis Leiva, Jazmín Badilla, Laura Ceciliano, Miguel Marín y Andrés Obando continuamos trabajando con pasión, amor y sencillez.
No podría terminar este artículo, sin citar dos pensamientos publicados en el Eco Católico de aquel 14 de junio de 1987, en donde se puede leer “no es fácil para una radioemisora permanecer en servicio, mientras la corriente eléctrica sigue fluyendo, los transmisores envejeciendo… no, no es fácil llegar todos los días a los hogares con el saludo, la recreación y la enseñanza”; por otro lado dice “…se quería fundar toda una escuela radiofónica de catequesis diocesana. En cada comunidad las catequistas reunían ante un receptor de radio a los niños, para escuchar la lección y luego se aseguraban de que ésta estaba bien aprendida. Así nació el primer programa de catequesis por radio, que dio grandes frutos”.
Estimados amigos y amigas, como director de Radio Sinaí, solo me resta decir: gracias a tantos y tantos que con su oración nos sostienen ante estos dos retos señalados, gracias a quienes en la historia de 59 años han dado su vida con esmero y fidelidad, gracias a quienes hoy trabajan con pasión y sacrificio, gracias a Dios que nos ilumina cada día con su sabiduría, y gracias a todos…, pues en la vida todo nos ayuda a crecer. Y por último, no olviden de rezar por nosotros; y que Radio Sinaí cumpla muchos años más.
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