Mensaje del SEDAC 2018

MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS Y A TODAS LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD

«Anímense y edifíquense mutuamente, como ya lo hacen» (1 Tes 5, 11)

1. Los obispos de Centroamérica reunidos en Asamblea Plenaria Anual en Valle de Angeles, Honduras, del 26 al 30 de noviembre del año 2018, hemos compartido nuestras experiencias pastorales y nuestra visión de la realidad de Centroamérica y queremos hacerlos partícipes a ustedes lo que nuestro corazón de pastores percibe.

2. Los jóvenes han sido el tema central de nuestra asamblea, en sintonía con el recién celebrado Sínodo en Roma y la inminente Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Panamá. Ellos son una mayoría de nuestra población y enfrentan desafíos como: el impacto del cambio tecnológico en la comunicación, las migraciones forzadas, la carencia de oportunidades de desarrollo personal, la imposición de la ideología de género, el desaliento y las consecuencias que producen la corrupción fuerte y extendida en la sociedad. El futuro es incierto, generando debilidad, zozobra, inseguridad y soledad.

3. Viven en una sociedad donde lo trascendente está diluido y sienten vacíos. Como pastores nos comprometemos a hacer nuestras las orientaciones del reciente Sínodo de los Obispos de escuchar, caminar y formar a los jóvenes, como ellos mismos habían pedido y como lo hizo Jesús Resucitado con los discípulos de Emaus (Cf LC 24, 13-25). Por otra parte hacemos un llamado a los miles de jóvenes que han recibido el sacramento de la Confirmación que fortalece en ellos la vida de discipulado misionero, como a todos los que han experimentado el encuentro con Cristo Resucitado, a que ellos mismos sean quienes anuncien a Jesucristo a los demás jóvenes, en particular los más alejados y a los que nunca han oído hablar de El.

4. Algunos jóvenes, sin embargo, muestran interés en participación y protagonismo en el campo de lo político y en una situación centroamericana marcada también por las dificultades y la incertidumbre. En nuestra región las Instituciones siguen siendo muy débiles y se espera un fortalecimiento de la democracia, que favorezca especialmente a los más pobres y excluidos. Constatamos la necesidad urgente de la formación política de cristianos que actúen con los valores del evangelio en el cambio de la realidad.

5. Manifestamos nuestra solidaridad con los hermanos obispos de Nicaragua y con todos sus fieles. Nos unimos a las ansias de paz, justicia, libertades y el diálogo sincero en este hermano país como camino hacia la democratización. Rechazamos todo tipo de violencia contra los obispos y toda persona.

6. Ultimamente nuestra región ha sido impactada por la migración hecha de manera nueva, por ser masiva y organizada, y que ha puesto en evidencia los motivos que hacen una migración forzada y los peligros que conlleva para la dignidad de la persona humana. Agradecemos y valoramos la solidaridad que tantas comunidades han manifestado a los migrantes. Esto nos sitúa en sintonía con la sensibilidad del Papa Francisco frente a la migración.

7. Hemos prestado también atención al cuidado de la casa común, el cuidado ambiental. Es necesario promover el derecho humano al agua, el cual debe ser respetado a todo persona, ninguna explotación de los recursos hídricos puede menoscabar ese derecho (Cf Laudato Si 30). Además, la explotación de los recursos naturales por parte de empresas transnacionales con el visto bueno de las autoridades, y que no respetan la sostenibilidad del desarrollo, la inclusión de las poblaciones afectadas y el bien común de la Nación, han causado y causan conflictividades. En este campo apoyamos la iniciativa eclesial de la organización de la Red Mesoamericana. El compromiso por el cuidado de la naturaleza es parte también de nuestra opción de fe (Cf Rm. 8,22) que nos pide fortalecer la responsabilidad común. También apoyamos la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR).

8. Ante este panorama la reciente canonización de Monseñor Oscar Arnulfo Romero y la beatificación de tres mártires en Guatemala: el Padre Francis Rother, Fray Tulio Maruzzo ofm y el laico Luis Obdulio Arroyo, nos muestra el camino de una fe de discípulos comprometidos con la vida y la dignidad de las personas.

9. Al inicio del Adviento, invitamos a los jóvenes y a todo el pueblo de Dios, a mantener la esperanza y a regocijarse por «la concepción de María, que nos causa tanta alegría», que debe ser parte de nuestra opción aun en medio de dificultades. Estamos llamados a crecer en una vida de santidad, como nos ha invitado el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica «Alégrense y Regocíjense». Que nuestra Señora de Suyapa acompañe nuestro compromiso.

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