Migrantes olvidados por la sociedad…

Olvidados quizá por la sociedad egoísta de nuestro mundo acelerado, hoy quisiera recordar la situación que siguen viviendo nuestros hermanos migrantes en la Zona Fronteriza de Paso Canoas, tierra conocida por muchos debido a sus grandes o pequeñas compras navideñas o vacacionales, tierra conocida por los grandes medios gracias a los efectos en la economía y la política internacional; pero desgraciadamente, tierra olvidada como drama humano ante la situación cual “novela de terror”, que durante meses no se filma sino se vive por miles de personas que con igual dignidad a la nuestra, siguen experimentando el dolor del anonimato y el olvido.

Durante estas últimas semanas, cuando la inmediatez de la noticia deja de vender (aunque nunca vendió porque fueron muy escasos los reportajes) en el Campo Ferial de Canoas se había visto una baja en la afluencia de los migrantes; pero estos últimos días, decimos del jueves pasado a este domingo 3 de julio, ha entrado gran cantidad de personas, y “en Canoas hay ahorita mismo más de 500 personas en condiciones simplemente infrahumanas”, señala el Pbro. Fray Alberto. Ante esta situación la Iglesia sigue acompañando a la Cruz Roja con el proceso de alimentación, la Comisión Nacional de Emergencia asumió el suministro de la comida, pero como Iglesia seguimos aportando la preparación de los mismos junto a la Cruz Roja, recordó el fraile.

En un principio el gobierno había dicho que el Campo Ferial se cerraba a mediados del pasado mes de junio, proponiendo el traslado de los migrantes a Km 20, localidad de Golfito, que sería un centro de refugiados, pero muchas personas del área se opusieron, según tiene conocimiento el Pbro. Fray Alberto; esto ha provocado que Km 20 siga siendo un Centro de Aprehensión bajo la tutela de la Policía de Migración y el Campo Ferial continúe con sus condiciones críticas que ya conocemos, recibiendo un inimaginable número de personas.

En éstos últimos días, con la gran afluencia de africanos a la zona de la frontera, las cosas han empeorado, el cansancio de quienes sirven se hace patente, los recursos no siempre alcanzan, la tensión aumenta cada día y el traslado que se ha comenzado hacer se torna lento debido al arribo masivo de nuevos migrantes y su condición de indocumentados hace aún más delicada la acción de la policía nacional y migratoria que debe ir haciendo espacios para su traslado hasta el Centro de Km 20; el deseo, es realizar el mayor número de traslados este lunes 4 de julio, en la búsqueda de ir cerrando el improvisado y siempre dramático puesto de la frontera.

Por otro lado, el estado de salud de estos migrantes es lamentable, “muchos de ellos llegan muy deteriorados por todo el camino que están haciendo, la gran mayoría llegan muy deshidratados y golpeados en los pies, con muchas heridas y situaciones críticas, el día de ayer unos voluntarios de San José trasladaron a un niño por un cuadro serio de deshidratación; ellos cuentan que mucha gente queda muerta por el camino, especialmente en el cruce de Colombia a Panamá, lo que es conocido como el Tapón del Darién, siendo una de las partes más críticas de esta caminata…, dejando a muchos semienterrados o simplemente abandonados en esta área de selva”, recordó el Padre Fray Alberto sobre testimonios que él conoce.

Así, lo que se vive en la Frontera Sur de Costa Rica, no es fácil; la situación ha generado ya fricción en el comercio y vecinos; recordemos que las personas que trabajan en el área fronteriza se opusieron al campo ferial, en principio, ellos indican que no es un lugar apropiado para que estas personas migrantes estén; pero lo cierto es que ya se escuchan voces de vecinos que estarían dispuestos a tomar medidas, si a más tardar el martes el gobierno no ha clausurado el Campo Ferial, trasladando a las personas a otros albergues. Lo que se espera es problemático, y mientras tanto, la Iglesia sigue estando al lado del que sufre…, cuántos enfermos, cuántas mujeres, cuántos hombres cansados y cuántos niños con rostros tristes y miradas que gritan compasión…, la Iglesia está acá porque aquí también se debe respirar misericordia… éste es su lugar y ésta su misión.

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