Este miércoles 8 de febrero, Mons. Montero junto a los demás obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica viajan a Roma para vivir la experiencia que pide el Código de Derecho Canónico en su c. 399 cuando literalmente indica: “cada cinco años, el obispo diocesano debe presentar al Romano Pontífice una relación sobre la situación de su diócesis, según el modelo determinado por la Sede Apostólica y en el tiempo establecido por ella”; además, en el c. 400 indicará que “el obispo diocesano, el año en que debe presentar la relación al Sumo Pontífice, vaya a Roma…, para venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y preséntese al Romano Pontífice”.
Es por esta razón que durante el 2016, se preparó la relación o informe sobre la diócesis de San Isidro; este trabajó se realizó en una primer etapa con el aporte de los distintos encargados de áreas diocesanas y con información suministrada por las parroquias; posteriormente, pasó por una primer etapa de preparación a cargo del Padre Óscar Navarro, luego el Pbro. Elí Quirós López preparó el informe final con base en los datos suministrados, contando con la debida revisión y visto bueno del señor obispo, para obtener como fruto final un informe de 61 páginas; cabe destacar también, la elaboración del resumen de dicho documento, el cual estuvo a cargo del Padre Quirós López y que consta de 5 páginas.
Este informe cuenta con 21 capítulos, que hacen una lectura general de la realidad diocesana en todos sus diversos aspectos, entre ellos describe la organización pastoral y administrativa, su situación religiosa y sacramental, la educación católica y la catequesis, la vida del clero y de los consagrados, acción misionera y la realidad laical, el ecumenismo y la evangelización, la realidad familiar, los medios de comunicación social, la justicia y la doctrina social, la promoción humana y la pastoral sanitaria, la pastoral migrante y los bienes artísticos e históricos, entre otros.
Este informe y el resumen, fueron entregados según lo estipulado a finales del año pasado en la Nunciatura Apostólica, y será la documentación que se manejará en las distintas sesiones de trabajo que durante los encuentros sostenidos con los Dicasterios y con el Papa Francisco, utilizará nuestro obispo en esta Visita Ad Limina Apostolorum.
Como parte del itinerario que realizan los obispos en estos días, el viernes 10 de febrero estarán viajando a Asís, tierra de San Francisco, para compartir un Retiro Espiritual como preparación a este momento tan importante para la vida eclesial. El lunes 13 de febrero celebrarán la Eucaristía en la Tomba de S. Pietro (Tumba de San Pedro) y posteriormente tendrán la audiencia privada con Su Santidad el Papa Francisco, en donde Mons. Montero contará con unos minutos para hablar sobre la realidad diocesana.
Otras sesiones de trabajo se tendrán con las Congregaciones para el Clero y para los Obispos, con la Pontificia Comisión para América Latina, la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos y el Pontificio Consejo para la Comunicación Social, las Congregaciones para la Causa de los Santos y la Educación Católica, el Pontificio Consejo para la Familia y Laicos, así también con el Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, entre otras; estas reuniones y sesiones de trabajo se realizarán entre el lunes 13 y el sábado 18 de febrero.
Otros de los lugares que visitarán los obispos durante esta Visita Ad Limina, será la Basílica de San Pablo donde celebrarán la Eucaristía, también lo harán en la Iglesia de Santa Ana donde se encuentra una réplica de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, además compartirán una Eucaristía en el Pío Latinoamericano que es el lugar donde habitan los sacerdotes de América Latina que estudian en las distintas universidades pontificias de Roma; y finalmente, estarían celebrando la Eucaristía en la Basílica de Santa María Mayor.
Al respecto de esta visita, Mons. Montero nos ha dicho que “en cuanto a mí respecta será la primera experiencia como Visita Ad Limina, ya tuve anteriormente un pequeño encuentro con el papa para el curso de los obispos; ciertamente, con este encuentro se crean muchas expectativas, al renovar por medio con el papa y la Curia Romana con sus distintos dicasterios ese sentido de la universalidad de la Iglesia, también el valor de reforzar el sentido del ser de obispos y de la misión que tenemos en la diócesis; todo eso nos ayudará mucho”.