La corta pero intensa jornada de la Visita Pastoral de Mons. Montero en su cuarto día a la Zona de Potrero Grande, se inició con el recorrido por algunas comunidades del Sector de La Lucha, visitando las comunidades de El Jorón, La Lucha y Capri. Al ser las 10:00 am presidió la Eucaristía en La Lucha con la presencia de agentes de las comunidades de Capri, La Luchita, La Puna, El Jorón y obviamente los anfitriones, en esta celebración asistieron estudiantes del Liceo de la localidad a quienes impartió una bendición especial.
Durante la homilía, el obispo señaló que San Pedro nos recuerda que debemos lanzarnos a la misión, pues éste no dudaba en tomar la iniciativa y hacer las cosas como el Señor lo quería, San Pedro “tenía la gran humildad de aceptar los regaños de Jesús, incluso fue llamado Satanás cuando tentó a Jesús queriéndolo apartar de la cruz, porque le tenía miedo”, en eso nos parecemos mucho a Pedro, porque nos cuesta enfrentar las contrariedades de la vida. Pero San Pedro es un hombre “muy humilde, muy entregado y apasionado por la vida y fue poco a poco creyendo en Jesús”, sin duda fue transformado por la acción del Espíritu, hasta ser un testigo de la fe de manera extraordinaria.
Por su parte, San Pablo nos enseña “que conociendo a Jesucristo es que se transformará nuestra vida”; San Pablo es de los hombres más inteligentes que han existido, de fuerte personalidad y gran seguridad, “camino a Damasco Dios se le aparece y lo tumba al suelo porque era muy orgulloso, creía ser perfecto como buen fariseo, y el Señor le dice hay dos cosas que no conoces, primero no me conoces a mí y luego no conoces lo que es el amor”, esto es una invitación para nosotros, puntualizó el obispo. Al finalizar, pidió orar por el papa y por todos los obispos, al respecto dijo “para que nosotros que junto al papa tenemos esa tarea de ir guiando a la Iglesia, que el Señor nos dé también sabiduría, fortaleza y humildad para cumplir con fidelidad la misión”.
Por último, los agentes expusieron la realidad de sus comunidades, en este encuentro el obispo haciendo alusión al nombre del pueblo, recordó que “todos estamos en la lucha por el Reino”, ante la presencia de comunidades protestantes hizo un llamado a buscar la unidad y vivir en el respeto. Pidió con el Plan, echar a andar un proceso de evangelización que requiere un plan de acción a partir del análisis de la realidad, con miras a que luego se haga su esfuerzo por comunidades.
Terminó haciendo un llamado y solicitó “no descuidar el aspecto de la oración”, la idea es que toda la comunidad participe al menos en la Hora Santa, “es importante que el pueblo se ponga de rodillas, dando gracias, pidiendo y alabando a Dios”, dijo; razón por la cual pidió que en los lugares donde se pueda que esa Hora Santa se extienda a más horas de adoración, ha de ser una prioridad, porque “sin oración, ningún Plan va a servir”.