Seminaristas viven misión en colegios

Durante esta primer semana de octubre, los seminaristas de nuestra diócesis vivieron una experiencia de misión, la cual fue coordinada desde el proceso del seminario nacional, la cual estuvo dirigida a los jóvenes de 5 liceos rurales ubicados en el cantón de Pérez Zeledón; las instituciones fueros los liceos de Las Esperanzas, El Jardín, Jerusalén, Los Ángeles y el Colegio de Platanillo.

En el Liceo Rural los Ángeles de Páramo los seminaristas Santiago Durán y Andrés Monge compartieron en torno al tema «Proyecto de Vida», ahí se buscó reflexionar cómo debemos de comprometernos en el presente para lograr nuestras metas en el futuro; esto se llevó a cabo a través de encuentros en las tardes, además de una convivencia el día jueves en la que gran cantidad de jóvenes aprovechó para acercarse al Sacramento de la Reconciliación ofrecido por el Pbro. Ernesto Bonilla, párroco de la comunidad. Esta experiencia concluyó con la Eucaristía de acción de gracias y despedida de los estudiantes de quinto año, presidida por el Pbro. Joaquín Calderón, promotor vocacional de la diócesis.

Los seminaristas Jorge Ortiz y Leonardo Vargas que estuvieron en el sector de Villa Mills, indican que “por gracia de Dios han concluido esta semana de misión, ha sido una experiencia muy gratificante, hemos podido compartir con todos los jóvenes del colegio, compartimos con ellos en las clases ordinarias y pudimos compartir unas pequeñas charlas, las cuales iban dirigidas según el año académico; finalmente, se preparó un tema específico por niveles, en los que se desarrollaron valores y principios que se deben de vivir en el colegio que ayudará al desenvolvimiento de cada joven en sí hogar, comunidad, y en la sociedad que les rodea”.

“Estos jóvenes son verdaderamente luchadores, hacen grandes sacrificios para poder superarse intelectualmente aunque no cuenten con la mejor infraestructura, sin duda alguna ellos con ayuda de sus profesores, están logrando superar todas las dificultades”, señalaron los seminaristas. Por medio de esta experiencia, los formandos indicaron que “recobran fuerzas y logran comprender que no todo en la vida es tan fácil como algunos lo pintan, verdaderamente sale uno lleno de alegría y esperanza”.

Por otra parte, los seminaristas Dennis Quesada y Marcelino Castillo, quienes fueron enviados al Liceo de Platanillo, indicaron que además del trabajo realizado en las aulas, acompañaron la actividad anual del adulto mayor organizada por la Caja Costarricense del Seguro Social, compartieron temas relacionados a los valores y al crecimiento personal.

En el Liceo de Las Esperanzas, Johnny Leiva y Andrey Vega acompañaron a los estudiantes con charlas, durante las clases de religión se trabajó en el tema del Proyecto de Vida y en las horas guías con el tema de autoestima; en esta oportunidad se compartió con los docentes y el personal administrativo de la institución. Como parte de las actividades realizadas, se elaboró con los estudiantes un mural alusivo al encuentro de culturas y al mes de las misiones; finalmente, se rezó el rosario misionero en el que participaron los estudiantes católicos, docentes y personal administrativo.

Los seminaristas Greivin González, Roilan Mora y Carlos Valverde compartieron en el Liceo Jerusalén, ahí se trabajó en la línea de la problemática actual que se vive en el sector donde se ubica el colegio, abordando temas como la desintegración familiar que es causada en algunos casos por la drogadicción, y la una sexualidad mal vivida. Los jóvenes expresaron desde su realidad esta situación y reflexionan proyectándose al futuro, pensando en un cambio de mentalidad y actitud para no repetir esta situación; los jóvenes creen que ese cambio depende de ellos y que será de bien para sus familias y para toda la sociedad.

Al finalizar esta experiencia, uno de los seminaristas recordó que “al salir de este colegio, pienso estos jóvenes son el presente y el futuro de nuestra amada Iglesia, lástima que no se les da un apoyo mayor, lástima que muchas veces nos hacemos descuidados de nuestra juventud, y por ese descuido muchos pueden terminar buscando felicidades engañosas o momentáneas. Damos gracias a Dios por esta maravillosa experiencia, ya que sin duda hemos crecido mucho en cercanía y misericordia”, puntualizó.

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