BHoy hace 62 años fue eregida nuestra diócesis mediante la Bula Neminen Fugit del Papa Pío XII, en aquel momento inició un camino de alegría y esfuerzos, de momentos de sacrificio pero también donde se experimenta el consuelo de Dios; un rebaño preparado por muchos años con sacerdotes paulinos y los episcopados de Alajuela y San José, dieron paso al peregrinar del Sur bajo la guía del Espíritu Santo y del humilde servidor Mons. Delfín Quesada Castro, primer obispo de esta nueva jurisdicción que provenía del mismo puerto donde era párroco y el Señor lo llamó.
Con el paso de los años, esta querida diócesis ha visto pasar los episcopados de Mons. Ignacio Trejos y Mons. Guillermo Loría, con ellos tantos sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que ha degastado su vida en el servicio de anunciar el Evangelio con amor y heroísmo a tantos hermanos diseminados en por los cientos de pueblos grandes y pequeños del Sur de Costa Rica.
Hoy, 62 años después de aquel gran anuncio, seguimos sembrando el Evangelio y recogiendo frutos de los esfuerzos tenaces de tantos misioneros que han regado los surcos de la Iglesia con su amor y fe; hoy de la mano de nuestro cuarto obispo diocesano Mons. Gabriel Enrique Montero continuamos alegres evangelizando y buscando responder al mandato de Jesús.
Por todo esto, los oyentes de Radio Sinaí y Radio Emaús se unieron hoy en oración, con la celebración Eucarística que presidió el Pbro. Elí Quirós en la capilla de la Radio Sinaí desde donde se elevó la plegaria en favor de toda la diócesis. Durante la homilía, el sacerdote recordó que “el Señor es quien tiene para nosotros el gran regalo de producir vida en aquellos huesos secos donde reina la muerte, el Espíritu infunde vida en nosotros y eso nos debe llevar a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como nos lo pide el Evangelio”.