Inicia la Asamblea Eclesial de América Latina

Este domingo 21 de noviembre, dio inicio con la Eucaristía presidida por Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, evento que reúne al Pueblo de Dios para construir juntos, nuevos caminos para la Iglesia que peregrina en nuestro continente.

Durante las sesiones de trabajo, “se estará haciendo memoria de lo acontecido en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, y mirando contemplativamente nuestra realidad con sus desafíos, se reavivará el compromiso pastoral para que, en Jesucristo, nuestros pueblos tengan una vida plena”, señala uno de los comunicados oficiales emanados en este día de inauguración.

Recordemos que este momento que ahora se vive, ha estado precedido por un amplio proceso de escucha, donde se han recogido las voces de más de 70.000 personas: laicos, religiosos, diáconos, sacerdotes, seminaristas, obispos y cardenales; este proceso de escucha, ha dado origen al documento para el discernimiento comunitario, con el cual ahora se trabaja. “En este sentido, la Asamblea Eclesial quiere impulsar con fuerza esta conversión pastoral desde la vida discipular y misionera, movilizando a la Iglesia en América Latina y El Caribe hacia un renovado protagonismo de los bautizados, porque ya no se puede seguir esperando a que la gente llegue, hay que salir a buscarlos en sus propias realidades”, señala la síntesis narrativa.

Durante la homilía de esta misa de apertura, Mons. Cabrejos señaló: “damos gracias a Dios por esta nueva experiencia de vivir, sentir y participar en la Iglesia. Me refiero a la Asamblea Eclesial que inauguramos hoy, luego de un largo camino recorrido juntos, escuchando a todos, sintiendo lo hermoso que es ser miembro del Cuerpo Místico de Cristo, protagonistas y corresponsables de la evangelización como discípulos misioneros”.

Así, tras pedir a Dios la gracia para dejarse guiar por el Espíritu y vivir la sinodalidad y unidad eclesial; Mons. Cabrejos recordó que, “la verdadera grandeza está en dejarse iluminar por la Luz de la Verdad, en descubrir la acción de Dios en la historia, en adherirse al proyecto de Jesucristo y tener la verdad como norma suprema de comportamiento”. Y añadió: “Quiero que juntos le pidamos que nos haga dóciles para asumir un proceso de conversión permanente, en comunión con el Concilio Vaticano II y el Papa Francisco, en camino al Sínodo sobre la Sinodalidad, y lo que signifiquen las exigencias pastorales hacia el Jubileo del acontecimiento Guadalupano (2031) y el de la Redención (2033)”.

“Esta Asamblea es un tiempo de gracia, un acontecimiento inédito, donde experimentamos la novedad del Espíritu que nos sorprende y nos lleva por caminos nuevos. Queremos, en la difícil unidad en la diversidad, responder y acompañar a todo el Pueblo de Dios en una hora profundamente compleja y difícil, en un tiempo de Pandemia, donde los más vulnerables, los preferidos de Cristo, siguen siendo los más afectados. No nos olvidemos: ¡Cristo sigue crucificado en ellos!”, precisó el obispo presidente del CELAM.

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