Sin duda alguna, la visita Ad Limina Apostolorum constituye un momento importante en la vida de la Iglesia, al ser una ocasión visible de la comunión eclesial. La tarde de este lunes 13 de febrero (noche para Italia), y a pocas horas de haberse sostenido el encuentro de los obispos con el papa Francisco, Mons. Montero nos ha compartido lo que significó para él aquel momento.
“Fue una visita con un profundo sentido fraterno, todas las sillas alrededor de él; el papa con una actitud sumamente sencilla y acogedora, con un profundo sentido de escucha y sin duda muy pastoral”; así describió el encuentro, al ser consultado por el Pbro. Elí Quirós.
“Nos dijo que nosotros siguiéramos el orden establecido, fue así como cada uno expresó la realidad de su diócesis de forma sintética; durante la exposición, algunas veces reaccionaba preguntando u opinando sobre algunos detalles”, recordó Mons. Montero.
En el encuentro no tocó temas explícitos de Costa Rica, pero sí de sus preocupaciones, que son las preocupaciones de la Iglesia; al respecto indicó Mons. Montero que “luego él abordó los temas que están más cerca de su corazón, ahí nos habló de la misericordia de los sacerdotes, la necesidad de la formación en los sacerdotes y del proceso de selección; también se refirió a las oposiciones que ha recibido el documento Amoris Laetitia, compartiendo con nosotros la explicación del mismo con su interpretación correcta”.
Al respecto, el papa explicó “que el combatido capítulo VIII ha de comprenderse con el capítulo principal que es el IV, el papa está claro en los cuatro puntos ya propuestos, a saber: acoger, acompañar, discernir e integrar. Estos puntos servirán para un acompañamiento de cada experiencia de matrimonio que viven dificultades, para quienes no han logrado una nulidad pero viven un gran testimonio de vida; ahí, cada sacerdote deberá analizar y discernir cada caso, prevaleciendo siempre el hecho que se debe evitar el escándalo o el que se vaya a considerar como un privilegio; tampoco es ser relativos, por eso debe discernirse y valorar los casos cuando hay constancia de santidad”, recordó Mons. Montero del mensaje recibido por boca del mismo Papa Francisco.
Finalmente, tuvimos la oportunidad de despedirnos de él, “salió a despedirnos, todos estamos sumamente contentos con el encuentro, con la inspiración de su persona, su gran apertura y su gran misericordia que quiere prevalezca en la Iglesia”, enfatizó nuestro obispo diocesano.
Sobre el retiro espiritual realizado estos días atrás en Asís, Mons. Montero señaló que “es impresionante tener ese encuentro con San Francisco, revivir lo que uno ha aprendido o tratado de vivir, volver a la raíz que en el corre corre del ministerio episcopal puede uno dejar de lado”.