La mañana de este domingo 20 de agosto, fue tomada por los fieles de la Parroquia de San Isidro Labrador para manifestar públicamente el gran valor de la familia, como don de Dios y santuario de vida.
Al ser las 8:00 am, las actividades dieron inicio en la Feria del Agricultor, lugar donde se tuvo animación y oración, y significaba el punto de partida para una gran marcha pacífica que les hizo pasar por las principales calles de la ciudad, vitoreando y proclamando la familia como gran tesoro para la humanidad.
Al llegar a Catedral y luego de compartir un refrigerio, se continuó con alabanzas que servían de preparación para el tema impartido por el párroco de la localidad; según señaló el mismo Padre Luis Picado, en este espacio se trató “la importancia de tener a Dios en la familia, pues quien lo tenga será feliz y vivirá el amor, y practicará la alegría, la caridad y el perdón”.
Seguidamente, se tuvo un espacio para la adoración a Jesús Sacramentado, momento donde las familias podían consagrar sus familias a Jesús y pedir por sus necesidades; luego, se celebró la Eucaristía al ser las 11:00 am, la cual fe presidida por Mons. Montero obispo de la diócesis de San Isidro y contó con la presencia de todos los sacerdotes que sirven en la parroquia, además del gran número de laicos, entre los que destacó la población juvenil.
En la homilía, Mons. Montero dio énfasis al matrimonio como sacramento, señalándola como esa institución donde se consagra y se vive la plenitud del amor y la vida; durante su exposición, el obispo mencionó los tres enemigos del matrimonio: “ideología del género porque se destruye la familia, el aborto porque es una cultura de la muerte donde se mata a indefensos, y la fecundación in vitro que produce también una realidad de muerte”, recordó el párroco de San Isidro.