El pasado 2 de enero, el Pbro. Fray Oscar González Villalobos OSA, cumplió el 25 Aniversario de su Profesión Perpetua en la Orden de San Agustín, motivo que celebró el pasado martes 4 de enero en la Capilla del Seminario de los Agustinos, en Sabanillas de Montes de Oca, entre un grupo de hermanos de la Orden, amigos y familiares cercanos.
En el contexto de esta celebración, Mons. Fray Gabriel Enrique Montero Umaña, actual Administrador Diocesano de la Diócesis de San Isidro, durante la homilía se dirigió al Padre Óscar con estas palabras: “celebra quien está contento de existir, quien tiene sentido de la vida y sentido de Dios, aquél que sabe que celebrar su existencia es una gracia que Dios da”.
“Una vida consagrada al Señor por 25 años, tiene de particular el dedicar su vida enteramente al Señor, y aunque no siempre lo logramos, esa es la promesa, el propósito y la lucha. Vivir para lo que Dios vive y para lo que Jesucristo vivió, una vida consagrada a Dios no es sólo a la oración, sino consagrada a servir a los demás de la mejor manera posible y el mayor tiempo posible; y eso, vale la pena”, precisó el prelado.
Al comentar las lecturas proclamadas durante la Eucaristía, el obispo recordó que “todo inicia por un llamado, que siempre es la iniciativa de Dios”, y acotó que esa llamada se da porque Dios “nos miró, y se fijó en mí, no se por qué; eso queda en el misterio, pero sí tengamos conciencia que te llamó y te amó”. Por eso, “al comprender que es Dios, se va abriendo el corazón, y se dice: ¿Qué quieres de mí? Disponibilidad del corazón, para que de todo corazón podamos decir: «Señor, aquí estoy para hacer tu voluntad», precisó.
Así, iluminando el camino realizado por el Padre Oscar, Mons. Montero comentó que este hacer la voluntad de Dios es algo muy serio, porque “es el paso de la disponibilidad total a la renuncia y entrega total de nosotros mismos, es entregarlo todo por Dios y por los demás, especialmente por los más necesitados. Así, el Señor quiere pedirnos más, entregarse al Señor es darle disponibilidad total, y Él pedirá cada día más, donde la renuncia y disponibilidad llega hasta el dar la vida”.
Y prosiguió: “Oscar lo ha dejado todo, ha entregado todo, es un servicio de entrega total; hay que tener mucho amor a Dios y a la gente, para que en circunstancias tan difíciles se entregue con total disponibilidad. Mi gratitud para ti, que ha estado trabajando con tanto amor, y mi oración para que se mantenga”, precisó el prelado.
Al final de la celebración, el fraile agustino se dirigió con sentidas y emotivas palabras a los presentes. “Doy gracias a Dios por todo lo que me ha tocado vivir, lo bueno, lo malo y lo muy difícil. Para celebrar, hay que invitar gente que significa mucho. A mí, me costó mucho recibir el hábito, y es un signo que aprecio, por eso lo he usado en esta misa, y también por eso quiero dar gracias por mis formadores, gracias al grupo base con quién me tocó convivir y marcan mucho mi vida. Una vocación sin la familia que apoye no florece, mi mamá es el pilar de toda la familia, mi papá que en paz descanse feliz de mi vocación, mis hermanos…, mis amigos. Dios te llama en distintas etapas, y lo he ido descubriendo en mi vida. Hace 25 no sabía lo que estaba haciendo. Todos ustedes son importantes en mi vida. Especial agradecimiento a mi comunidad de Ciudad Neily, ustedes me han aguantado, y han echado en sus hombros lo que a mí me tocaba, y se los agradezco”, precisó el Padre Óscar visiblemente conmovido.