Rivas cuenta alegría, fuerza y juventud en su nuevo párroco

Este domingo 22 de enero, al ser las 2:00 pm el pueblo de la Parroquia Inmaculada Concepción en Rivas, celebró la Eucaristía entorno a su pastor diocesano, quien viajó hasta dicha comunidad para conceder un nuevo párroco a esta porción del rebaño.

La juventud y cercanía al pueblo, su capacidad de trabajo en comunión y su alegría en el servicio, son parte de las cualidades con las que el Padre Gabriel Calvo Naranjo ejercerá su ministerio en medio del pueblo de Rivas, primera parroquia que encomiendan a su pastoreo.

En una tarde marcada por el sol típico del verano y una fuerte brisa, se desarrolló la celebración eucarística que fue presidida en su totalidad por el señor obispo. Durante su homilía, recordó que “la parroquia es el lugar donde se hace necesario la conversión, es el lugar donde todos acuden a escuchar una buena noticia; noticia que primero es escuchada por el párroco para que pueda darla a conocer”.

En este sentido, el obispo prosiguió recordando la misión que se tiene en medio de la parroquia, “anunciar (a Jesús) no sólo de palabra sino con las obras, y no sólo el párroco sino él con su pueblo; acá venimos a nutrir la fe, acá debemos llenarnos de la acción del Espíritu Santo, de tal manera que cada persona debe ser miembro vivo que desarrolle sus carismas al servicio de la comunidad”, precisó.

En este sentido, el obispo hizo un llamado a unirse como parroquia y colaborar junto al párroco en la consecución de los retos actuales y en la puesta en marcha del Programa Parroquial de Evangelización, “todos tenemos un lugar en el proyecto de la parroquia, Jesús en su ministerio público empezó a llamar seguidores, primero para que aprendieran y luego para dar responsabilidad; todos debemos involucrarnos”, enfatizó.

Finalmente, agradeció el servicio que desarrolló el Pbro. Luis Paulino Cabrera en ésta y otras parroquias; e indicó que “debemos agradecer también a Dios, el regalo del nuevo y joven párroco, porque es una oportunidad de empezar una nueva etapa; por eso, que Dios bendiga el ministerio sacerdotal del Padre Gabriel y que pueda contar con la ayuda de todos”, dijo el obispo hablando al corazón de los fieles.

Al terminar la Eucaristía, el Padre Gabriel agradeció a todos y encomendó su servicio pastoral a la Virgen Santísima, razón por la cual solicitó que nos uniéramos con el rezo del Ave María. Así mismo, recordó el Padre Gabriel que “asumir esta parroquia como párroco es una oportunidad que me da el Señor y más con lo que decía el Evangelio de la Eucaristía, donde Jesús le decía a sus discípulos vengan y los haré pescadores de hombres; pues de manera especial sentí que el Señor era a mí quien me dirigía esas palabras. Y agregando la frase de mi ordenación presbiteral en tu nombre Señor lanzaré las redes, pues confío plenamente en que Él me ayudará y me dará las fuerzas para ser un verdadero pastor. Me siento alegre y con mucha esperanza ante esta misión y junto con los agentes de evangelización poder seguir construyendo una parroquia en comunión, capaz de servir a los demás”, precisó en la entrevista concedida a la Vicaría de Comunicación de la Diócesis.

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