Junto a cientos de feligreses, Laura Ceciliano emprendió su romería desde San Vito de Coto Brus el domingo 24 de Julio con muchos propósitos en su mente y en su corazón; era la primera vez que alguien del personal de Radio Sinaí 103.9 FM, emprendía esta peregrinación al tiempo que laboraba, sacando de su poco descanso tiempo para producir material y evangelizar por medio de la señal de Sinaí. Luego de haber llegado a los brazos de la Virgen de los Ángeles en Cartago, este lunes 01 de Agosto, Laura nos comenta su experiencia en este peregrinar.
La romería es una catequesis, que para muchos de los que la realizan les permite adquirir enseñanzas a nivel personal y espiritual. Para Laura Ceciliano, una de las mayores enseñanzas durante estos días, sin duda fue la humildad que deben tener para dejarse ayudar y en otras ocasiones para ellos mismos ayudar a los romeros en momentos difíciles de la caminata o de la estadía en los albergues. Laura nos asegura que la romería significó para ella y para muchos de los romeros el poner un alto y reflexionar sobre la vida, sobre las malas actitudes que deben cambiar y encontrar la multitud de formas mediante las que uno puede ayudar al más necesitado.
La romería de San Vito hacia Cartago posee situaciones climatológicas muy diversas, por una parte en la zona sur el sol es muy desgastante y los deshidrata fácilmente, y por otra parte el trayecto que comprende el Cerro de la Muerte se vuelve muy frío y los vientos y las lluvias los acompañan durante gran parte del recorrido.
“Nosotros comentábamos que la romería no es de valientes, porque cualquier valiente lo haría sin ninguna dificultad, sino esto es de personas de fe, porque lo que le permite a uno levantarse de madrugada solamente es la fe y el amor de llegar a los pies de la negrita” comentó Laura.
Durante el recorrido, Laura menciona que lo que le dio fuerzas fue el “…meditar la Crucifixión del Señor Jesucristo, el Señor soportó tantas cosas… a nosotros nos motivan durante el recorrido, al Señor no, nadie le dio una palabra de aliento, y Jesucristo no iba con ampollas pequeñitas, iba con sus pies con grandes heridas al igual que todo su cuerpo”, comentó con mirada fija que describía el sentimiento.
Como una de sus experiencias gratificantes, Laura nos relata que el tercer día de su romería, se encontraba muy cansada y desanimada, y sorpresivamente apareció un señor, quien se bajó del vehículo que conducía y luego de hablar unos instantes con ella, la abrazó y le dijo “usted puede, usted va a llegar”, dándole así fuerzas para proseguir. “El alma conoce muy bien cuál es el propósito, pero el cuerpo no entiende a veces lo que sucede, pero yo digo que si el alma está bien, si el espíritu está alegre, el cuerpo tiene que obedecer. Es ahí donde nace la fe para nosotros los cristianos y más en esta tradición tan hermosa que es la romería” afirmó Laura.
En este proceso de discernimiento y de meditación respecto a lo que es bueno y lo que no, Laura realiza una comparación muy interesante: “la vida es como una romería, porque en algún momento vamos a tener que subir, desbaratar las rodillas, cansar los pies con todo lo que sucede, muchas veces tenemos que subir esas cuestas, a veces tenemos llanos o desiertos en nuestra vida y a veces tenemos que esforzarnos mucho más para bajar, para ser humildes, para aceptar lo que hice mal y pedir perdón”, señalo.
Refiriéndose a su experiencia de meditación, Laura nos comenta que “la romería es un retiro porque tenemos que desprendernos del confort de nuestros hogares e incluso alejarnos de nuestras familias, es un retiro en la oración porque aquí se ora como nunca antes, es un retiro porque es un reto también para la vida, es un retiro porque te desprendes de lo material para así valorar lo que tienes, porque tienes un espacio personal con Dios, es donde puedes hablar directamente con Dios sin que lo externo te lo prohíba, sin que lo externo te lo dificulte y poner en regla tu vida; entonces, por eso es un retiro, porque aparte de muchos retos que hay, es un proceso para caminar con Cristo, que él nos acompañe junto a la mano santa de nuestra Virgen María, es un retiro de 9 días”. Pero la misma espiritualidad de esta colaboradora de Radio Sinaí, la hace hilar más fino y nos interroga “¿qué sentido tiene caminar todo esto si al final no te deja nada, de que vale esto si no lo haces con fe? La romería es un retiro grande pero maravilloso.”
Al llegar a Cartago, minutos tan sólo de haber coronado su caminar ante Jesús por medio de su Madre, y luego de experimentar como tantísimos romeros año a año el estar a los pies de la Negrita, Laura nos dijo: “de rodillas se le quitan todos los males a uno, realmente estoy muy feliz… la fe me movió para llegar aquí”.
Con mucho sentimiento y entre lágrimas dijo “caminé cada kilómetro, cada paso que di… la virgencita sabe que lo hice con cariño, dolió, fue duro, fue difícil, pero llegamos…, este era nuestro objetivo, llegar hasta la basílica de rodillas, hasta los brazos de ella, muy feliz…, nunca me he sentido tan realizada y tan feliz espiritualmente; a pesar del cansancio, me siento radiante, feliz, alegre… porque la Iglesia católica está viva”, finalizó.